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“Prometo”, el ecléctico regreso de Pablo Alborán

Por Lucety Carreño Rojas/ El Espectador | 5 Abril, 2018 - 09:43
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El cantautor español vuelve tras una pausa de dos años explorando nuevos géneros, como el reggae y la música electrónica.

Tuvo que parar porque sintió que algo no andaba bien. Sintió que todo era mecánico y estudiado, su vida y su música se habían convertido en algo que no era él. Decidió que las cosas no podían seguir así y quiso volver a su esencia. Su equipo lo apoyó, le pidieron que se relajara, estudiara e hiciera lo que lo hacía feliz. Aunque tenía miedo de volver y no encontrar a sus seguidores, fueron más fuertes las ganas de cambiar lo que estaba mal.

“Estaba en mitad de una gira. La terminé y automáticamente paramos. Me fui a Málaga a estudiar, a escuchar música nueva y antigua. A volver a hacer cosas cotidianas como estar en el metro, agarrar un autobús, leer, estar en la calle y viajar con amigos. Me desconecté, cambié mi número de teléfono, cambié todo para que no me llamara nadie. Fue bonito y de repente surgió el disco”, sentencia el cantautor español de 28 años.

Sentado en una silla amarilla, Alborán -ganador de 42 discos de platino y responsable de éxitos como "Recuérdame" y "La escalera"- lleva puestos un jean, una chaqueta de cuero negra, camiseta y tenis blancos. Tiene buen semblante, sonríe, habla tranquilo y con emoción sobre su necesaria pausa y de "Prometo", su nuevo álbum, estrenado el 17 de noviembre de 2017.

"'Prometo' es un disco en el que me reconozco. Escucho las canciones y reconozco mi locura, mi ira, mis alegrías, no veo nada que no sea yo”. Es el cuarto álbum del cantante y cuenta con 12 canciones que fueron grabadas en Miami y tienen una fuerte influencia cultural y musical de esa ciudad.

Alborán asegura que está feliz, contento y tranquilo, y "Prometo" es un disco que refleja eso. Además, las baladas fueron un desahogo. “El disco tiene muy buena vibración y ha sido natural. Necesitaba que estuviera Julio Reyes, que estuviera Colombia, llevaba años sin trabajar con él y le ha dado ese toque nuevo a toda la producción”.

El álbum tiene nuevas influencias y estilos musicales que les dan color a unas baladas rítmicas y melódicas. El intérprete de "Solamente tú", canción con la que debutó en 2010, también exploró nuevos géneros, como el reggae y la música electrónica, pero continúa con el pop como su sello.

Cuando estuvo listo para volver a los reflectores, las giras y a reconectarse con su público, anunció su regreso mediante sus redes sociales, una herramienta que sabe utilizar muy bien, pues empezó su carrera compartiendo videos musicales en Myspace. Luego comenzó a subir videos a Youtube –plataforma en la que tiene más de dos millones de suscriptores–, antes de posicionarse en la radio. “Las plataformas digitales son la clave”.

Como antesala del disco, el 28 de septiembre de 2017 Alborán lanzó dos sencillos: Saturno y No vaya a ser. “Saturno es una balada en la que hablo de otros planetas, de qué pasaría si todo lo que no hemos logrado aquí sucediera en otros lugares y, en definitiva, parece triste, pero yo creo que es una manera de darnos cuenta de que el amor nunca muere”. Aunque el intérprete de Solamente tú dejó muchas cosas en Saturno, ahora quiere que todo suceda aquí, en este momento en el que su carrera resurgió y él también.

No vaya a ser la define como una canción más rítmica. “Nos hemos dejado llevar y la intención era mostrar que el amor también es un baile, un vaivén. Se puede ver el sonido nuevo que he hecho gracias a Julio Reyes, compositor colombiano que ha podido aportar cosas nuevas a este álbum”. Un día el cantautor, de 28 años, cuando estaba en su casa, se sentó en el piano y compuso una de las canciones, la que le da el título al disco. Prometo nació como si fuera una catarsis. “Empecé a escribir, a escribir y a escribir, me daba igual si era pop, si era lenta, si era rápida, me daba igual hasta la estructura de la canción. Era simplemente una necesidad de vaciarme”.

Esa canción lo hace sentir libre, le dan deseos de cantar, es una promesa que se hizo de querer vivir y apreciar todo lo que le pasa. “La promesa de hacer música, mucha música”. Alborán necesita una guitarra, un piano y un celular. Aunque resulte curioso, este último no lo requiere para revisar las redes sociales, sino para grabar una nota de voz cuando siente que tiene algo por contar, ideas, melodías o frases. En las noches escucha los audios, “te podrás imaginar lo que sale de ahí, hay de todo”.

Además de la música, le apasionan el deporte, la comida –entre las que destaca la colombiana–, el cine, pero su mayor pasión es su familia. Con su vida privada es muy reservado, porque quiere que lo reconozcan por su trabajo y no por sus relaciones. Con sus más de dos millones de seguidores en su cuenta de Instagram comparte imágenes de sus conciertos, pasatiempos y viajes.