Muchas personas no consideran a los automóviles como simples medios de transporte. Para ellos, los autos representan algo más fundamental sobre la identidad individual y colectiva. Por ejemplo, según el tipo de auto es el mensaje que deseamos proyectar. Compramos autos híbridos o eléctricos por la economía de combustible y para demostrar que nos preocupa el medio ambiente. Compramos sedanes de lujo por la comodidad, la tecnología, practicidad y otros beneficios pero también para dar una señal de que los años de duro trabajo han dado sus frutos económicos.

 

Esta es la forma en la que se concibe uno de los inventos que más cambiaron la forma en la que se vive o se construyen las ciudades. En México, el automóvil está profundamente arraigado en la cultura. Es un símbolo de libertad individual, expresión personal y aspiración. Según las Estadísticas de Vehículos de Motor Registrados en Circulación (VMRC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país existen más de 38 millones de vehículos automotores. Según los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, 43,5% de los 31 millones 924.863 hogares mexicanos disponen de al menos un automóvil o camioneta.

 

GfK, la compañía de investigación de mercados más grande de Alemania, hizo una encuesta a 22.000 internautas automovilistas, de más de 15 años, provenientes de 17 países de todo el mundo, buscando qué es lo que quieren los automovilistas cuando compran un coche.

 

En México lo que se busca de un auto es la seguridad en caso de accidente (78%), seguido por la confiabilidad (76%) y economía de combustible (75%). Estas tres inquietudes se replican a nivel mundial aunque en proporciones ligeramente diferentes. A nivel mundial los consumidores buscan seguridad en caso de accidente y confiabilidad en la misma proporción (73%) y la economía de combustible en tercer lugar sólo que en una proporción menor (65%).

 

 

Casi igual de importante para los mexicanos es que los autos nuevos tengan costos de uso baratos (66%), la calidad de ensamble y que sean ecológicos (63%), y que ofrezcan calidad de viaje (62%). Lo que menos le interesa a los mexicanos es buscar una marca o modelo por el prestigio (23%), tecnología para los pasajeros (30%), estilo y diseño único (33%) y tecnología para el conductor (38%). Los gustos y factores en los que menos se fijan los mexicanos son muy similares a los del resto del mundo, aunque una vez más las proporciones varían. Por ejemplo, a nivel mundial, lo que menos le interesa a los compradores es el prestigio de una marca o modelo (24%), seguido del estilo y diseño único (27%), la tecnología para pasajero (28%) y la tecnología para el conductor (36%).

 

Cuando analizamos los datos entre género encontramos que hombres y mujeres mexicanos coinciden en lo que buscan. Ambos géneros buscan seguridad en caso de accidente pero el 81% de las mujeres lo ponen como el principal factor mientras que sólo el 74% de los hombres lo coloca como su prioridad. En cuestión de confiabilidad, hombres y mujeres mexicanos lo colocaron el segundo puesto, pero una vez más el 80% de las mujeres lo coloca como su primera opción, mientras que el 73% de los hombres lo ve como una prioridad. En México ambos géneros colocan la economía de combustible en su top tres de cualidades pero, una vez más, para las mujeres (78%) es más importante que para los hombres (72%).

 

En cuestión de lo menos importante hombres y mujeres en México también están en sincronía. Ambos géneros consideran que los menos importante es el prestigio (26% hombres y 19% mujeres), seguido por la tecnología para los pasajeros (hombres 30% y mujeres 29%) y al final se encuentra el estilo y diseño (hombres 34% y mujeres 32%).

 

A nivel mundial las prioridades varían ligeramente en cuestión de género. Lo más importante para los hombres a nivel mundial es la confiabilidad (71%), seguido de la seguridad en caso de accidente (69%) y la economía de combustible (61%). Para las mujeres del mundo la prioridad en la seguridad en caso de accidente (76%), seguido por la confiabilidad (74%) y la economía de combustible (69%).