Tatuajes: los amas o los odias. Lo cierto es que científicamente hay una explicación por la atracción hacia una persona que los tiene, pues cuando seleccionas a tu pareja inconscientemente prefieres a quien tiene mejor apariencia y mayor resistencia.

 

La forma del cuerpo es indiscutiblemente el aspecto principal. Una mujer con cintura y cadera ancha sugiere mejor condición de salud, así como un hombre alto y en buena forma da sensación de protección y estabilidad.

 

Un estudio de la Université de Bretagne-Sud en Francia reveló que los hombres son más propensos a acercarse a mujeres que tienen tatuajes. Específicamente, abordar una persona del sexo opuesto con su piel grabada toma un promedio de 11 minutos menos.

 

Quienes se tatúan tienen mayor autoestima y seguridad en su toma de decisiones, lo que en pareja se traduce a mayor confianza y estabilidad.

 

Cuando modificamos nuestro físico, usamos cosméticos, tintes y joyería, entre otros recursos. Un tatuaje es una modificación permanente, que también se ha asociado a riesgos de salud si no tienes los cuidados necesarios o si tienes alguna inmunodeficiencia.

 

Entonces, si un tatuaje te hace propenso a infecciones, bacterias y transmisión de ciertas enfermedades, pero has logrado mantenerte sano, la noticia es que eso te hace doblemente atractivo para el sexo opuesto.

 

La pareja deduce que existe inmunocompetencia, lo que a largo plazo beneficia una relación de pareja, habla de higiene, buena toma de decisiones, seguridad y permanencia.