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Robin Williams y la inolvidable sociedad del profesor Keating

Por LifeStyle.com | 11 Agosto, 2014 - 19:25
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La muerte de Robin Williams pone de relieve los ribetes que puede implicar el arte cuando se hace con talento y distinción. El rol del profesor Keating debe estar ahora más que nunca en el recuerdo de millones de espectadores.

Veinticinco años después de la célebre interpretación del profesor John Keating en “La sociedad de los poetas muertos”, el cuerpo del siempre intenso actor estadounidense Robin Williams es encontrado muerto en  su casa de Tiburón, California.

Para muchos que han hecho de esta película una obra de cabecera, las sorpresivas interpelaciones de un docente inquieto en medio de una escuela privada conservadora resuenan con fuerza.

Justamente por América Latina también corren vientos inquietos y son muchas las voces que piden  una educación que dé respuestas efectivas a los desafíos de sus respectivas sociedades.

La muerte de Robin Williams pone de relieve los ribetes que puede implicar el arte cuando se hace con talento y distinción. El rol del profesor Keating  debe estar ahora más que  nunca en el recuerdo de millones de espectadores.

Williams fue hijo único de un ejecutivo de la industria del automóvil. Creció en un ambiente económicamente holgado y no mostró en su infancia y primera adolescencia interés por la interpretación. Se concentró en cambio en sus estudios y en la práctica de deportes.

Entre 1987 y 1991 Williams actuó entre en tres películas que le valieron una nominación al Óscar como mejor actor principal. La primera fue "Buenos días, Vietnam", en la que interpretó a un locutor de radio del ejército durante la guerra de Vietnam. 

La segunda nominación fue –precisamente- como el destacado docente Keating y la tercera por "The fisher king" en la que interpreta a un vagabundo. Finalmente, con un potente papel secundario, también como un orientador, obtuvo la estatuilla dorada: "Good will hunting" le entregó su único Óscar.

Su talento para cambiar la voz e imitar acentos le permitió hacer papeles hilarantes e inolvidables como la genial "Mrs. Doubtfire" o "Papá por siempre". 

Entre los años 70 y 80, Williams sufrió con la adicción a la cocaína. Se internó y enfrentó sus fantasmas. Volvió a recaer en el 2006, admitiendo además que era alcohólico. Por su talento, su familia y sus amistades siguió dándole la batalla a sus demonios e incluso el año 2011, ya recuperado, aparece en el documental de la BBC "Curiosidad: ¿Cómo funcionan las drogas?".

En marzo de 2009 se sumaron también problemas cardíacos, para lo cual se sometió a una exitosa cirugía.

Se especula en que su muerte pudo haber sido suicidio por asfixia. El profesor Keating habría dicho que las cosas siempre hay que mirarlas desde perspectivas propias.

Como el mismo Keating les decía a sus alumnos: “Vivid el momento. Coged las rosas mientras aún tengan color pues pronto se marchitarán. La medicina, la ingeniería, la arquitectura son trabajos que sirven para dignificar la vida pero es la poesía, los sentimientos, lo que nos mantiene vivos”.