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Seis paradores de Punta del Este para una gastronomía desde la arena

Por Emanuel Bremermann/ El Observador | 3 Enero, 2018 - 13:59
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Algunos abrieron para esta temporada; otros, aprovecharon para renovar su infraestructura.

Hace tiempo que son parte del paisaje costero. En el Punta del Este, La Barra y José Ignacio, los paradores se acumulan con ofertas tan diversas como los turistas que llegan a esas playas esteñas. Algunos tienen propuestas más simples y se dedican a la gastronomía más rápida y convencional; otros presentan ofertas lujosas que incluyen sectores exclusivos, gastronomía supervisada por chefs de reconocimiento mundial y la visita de algunas de las celebridades que veranean en esos balnearios.

Saber a qué parador ir es casi tan importante como elegir la playa en la que pasar el día, más si se tiene en cuenta que hay varias novedades en la temporada y que las diferencias de precio entre cada uno de ellos a la hora de sentarse a comer pueden ser importantes. A continuación, seis paradores destacados de la costa.

Bagatelle Beach Club

Se presenta como uno de los paradores más exclusivos de La Barra y, por su precio, ubicación y personalidades que lo visitan, puede jactarse de ello. Bagatelle Beach Club es un local ubicado en el límite entre La Barra y Manantiales que desde hace tres años propone una experiencia similar a las que se realizan en balnearios europeos de lujo donde también está presente, como St Tropez o Ibiza. Allí, el cliente puede optar por almorzar en algunas de las mesas atendidas por personal francés o, de lo contrario, contratar un servicio para la playa, que puede incluir reposeras o no (cada una de ellas cuesta US$ 20).

La oferta se basa en un menú mediterráneo, pensado y supervisado por el chef argentino Gastón Dabove –quien trabaja en el local de Bagatelle de St. Tropez el resto del año–. En promedio, un almuerzo para uno en este local sobre la playa Bikini puede costar entre US$ 80 US$ 150, sin la bebida. El parador estará abierto hasta el 18 de febrero y abre de 10 a 19 horas.

OVO Beach Club

Hace cuatro veranos que el hotel Conrad decidió abrir su propio parador en la playa frente de su edificio principal. Ahora, con el nombre de Enjoy sustituyendo al anterior, OVO Beach Club busca mantener su lugar como uno de los puntos en la península que conjugan la playa y la gastronomía con la fiesta.

Según explicó Daniela Tapia, gerenta comercial del lugar, el local se ha consolidad principalmente por los huéspedes del hotel, que pueden elegir tener sus respectivas comidas allí. En el parador de OVO se puede comer, en promedio, por unos US$ 30 (en la playa o en dentro del local) y además se puede optar por un servicio de reposeras y de camas para utilizar durante el día.

El parador también apuesta a los espectáculos y la fiesta, por eso, a partir de las 18 se organizan sunsets con Djs residentes, saxofonistas y grupos musicales invitados. El parador está abierto desde las 10 de la mañana hasta la 1 de la madrugada.

La choza del mar

Una de las nuevas propuestas que desembarcaron en José Ignacio en esta temporada es La Choza del Mar, un local que, al contrario del resto de los paradores que se ubican fuera de la arena, está situado dentro playa mansa, a pocos metros del mar. Al lugar se accede por la bajada de la Posada del Faro y basa su oferta en gastronomía inspirada en frutos de mar, aunque por las noches se ofrecen tapas para acompañar los tragos de la casa. El parador ya tuvo una primera temporada en 2017, pero bajo el nombre de La Rita. Para este año se cambió el nombre, la estética y se agregaron los servicios de sombrillas y sectores VIP para determinados clientes.

En promedio, una persona gastará entre $ 1.200 y $ 1.400 por un almuerzo completo en La Choza del Mar–las entradas rondan los $350, el plato principal $550, el postre $350 y los tragos $250–.

A la noche se prenden fogones en la arena, mientras Djs residentes presentan sets de house. Allí también se realizan muestras de arte y desfiles.

Porto 5

Si bien es uno de los paradores veteranos de Punta del Este -está presente desde hace 32 años–, Porto 5, ubicado en la parada 5 de la Mansa, comenzó la temporada renovando su local y su menú.

La reforma, que implicó para sus administradores –la familia Rodríguez- una inversión de US$200 mil incluyó una nueva área cerrada para utilizar como restaurante, reformas en la cocina y sus baños.

Para quienes están acostumbrados a bajar a esa altura de la playa, Porto 5 es una referencia a la hora de almorzar en la arena, con un precio que ronda, en promedio, los $1000 por persona y que usualmente prepara minutas y platos similares. El parador está abierto desde las 10 hasta el atardecer.

Otras novedades en José Ignacio

En José Ignacio también abrieron dos nuevos locales sobre la playa. El primero es Francisca Campamento del Fuego, un parador sobre la playa brava que combina la experiencia de un campamento para artistas con una propuesta gastronómica al aire libre. También, en la brava, se encuentra Anastasio Beach Bar, un pequeño establecimiento vinculado al hotel homónimo que opera como bar de playa. La oferta incluye tragos, ceviche y frutos del mar.

Imágenes: M. Umpiérrez