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Sepa cómo la mente es capaz de crear enfermedades

Por LifeStyle | 21 Febrero, 2016 - 14:33
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Libro de especialista en problemas psicosomáticos explica el mecanismo con el que muchas enfermedades actuales tienen su origen en una creación psicológica de las personas.

“Las discapacidades que creamos con nuestra mente son tan infinitas que ya he dejado de creer en límites”. Así lo afirma la neuróloga Suzanne O´Sullivan, autora de un reciente éxito editorial llamado “Todo está en tu cabeza”.
 
Con más de una década de especialización en aspectos psicocomáticos, se vio en la necesidad de compartir su experiencia al comprobar que –por ejemplo- de todos sus pacientes que exhibían convulsiones, el 70% no tenía epilepsia. 
 
Estudiando en extrema profundidad cada caso a caso, llegó a comprobar las complejas dinámicas con el que la mente humana crea enfermedades.
 
 
El origen de muchos problemas de salud que afectan a las personas en la actualidad se encuentra en la respuesta orgánica a una preocupación psicológica, a un estrés mental del que las personas no están conscientes y -a través del cual- el cuerpo avisa que algo no está bien, pero no es correctamente interpretado.
 
Sin embargo, decirle eso a una persona que tiene dolores, parálisis y espasmos es plantearle algo para lo que no están preparados. A pesar de que en algún momento le pidieron que despachara a los enfermos que tenían síntomas físicos causados por razones mentales, y así centrar los recursos hospitalarios en quienes efectivamente tenían problemas serios, O´Sullivan desarrolló una preocupación especial para comunicar la situación.
 
 (Suzanne O´Sullivan)
 
Para la doctora británica, casos extremos como ataques o parálisis, generalmente obedecen a traumas psicológicos severos. Los casos menos impactantes, pero que igual generan reacciones físicas, obedecen a una acumulación de agobios con el que las personas se ven claramente superadas.
 
Enfrentar estos pacientes no es tarea fácil. Hay que hacerles ver que no tienen nada físico y que lo suyo es mental. Pero aún hoy esa alusión es sinónimo de locura y la gente no acepta el diagnóstico. Es preferible mil veces –incluso- tener epilepsia o un tumor, que asumirse con un “problema en la cabeza”.
 
 
En la medida que se pasa esa primera impresión, la fase siguiente es entender cómo la mente afecta al cuerpo: si se logra identificar la circunstancia que genera palpitaciones distintas en el corazón, es posible manejarlas mejor. Que los exámenes especializados indiquen que no hay problemas cardíacos, ya debiera ser una primera señal para eso.  
 
“Cuando los pacientes entienden que su enfermedad no es física y que muchas veces no requieren pastillas se ha dado un paso fundamental para tratar la verdadera causa de lo que les está pasando. Enfrentar el aspecto psicológico es vital y el comienzo de toda solución”, subraya la doctora O´Sullivan.