En los últimos años, la venta de productos de belleza específicos para hombres aumentó significativamente. En Europa, por ejemplo, uno de cada dos varones reconoce que compra personalmente sus productos de cuidado facial.

 

Este datos evidencian la revolución cosmética desde 1990, cuando solo un 4% de la población masculina europea aseguraba consumir habitualmente este tipo de artículos, según la consultora Kantar World Panel.

 

Si bien, fueron las marcas francesas las que comenzaron a desarrollar este tipo de productos, en los últimos años se sumaron otras como las de la multinacional Unilever, dedicada a productos de consumo masivo.

 

La compañía lo hizo luego de que una encuesta revelara que los hombres usaban los acondicionadores y productos de ducha de sus mujeres.     

 

Tras el lanzamiento de un shampú exclusivo para hombres, en este segmento comenzaron a parecer  productos como hidratantes faciales, corporales, exfoliantes, mascarillas, tratamientos para la prevención de arrugas, reafirmantes y cremas reductoras.

 

 

Más allá de las estrategias de marketing, lo cierto es que no es lo mismo que un hombre le pida prestadas las cremas a su pareja que use las que están especialmente desarrollados para él. Te contamos por qué:

 

 

Claro que pueden, pero el punto es cuán efectiva le resulta la crema de su chica. Es que la piel masculina es un 25 por ciento más gruesa que la femenina y merece sus propias fórmulas.

 

Esas fórmulas debe ser menos grasas y enfocadas a problemáticas como la falta de energía celular, las bolsas bajo los ojos, las ojeras o la deshidratación.

 

Los activos de fondo son los mismos, pero se encapsulan en texturas más ligeras.

 

Conclusión: es mejor que el hombre utilice las cremas específicas para él.

 

 

Rapidez, sencillez y eficacia. La formulación del producto es una de las cosas que más importancia tiene en el momento de la compra.

 

Los hombres suelen huir de cremas grasas, untuosas y densas, y se decantan por composiciones más ligeras como los geles, cremi-geles o emulsiones con efecto seco y/o mate y sin perfumes.

 

 

A diferencia de las mujeres, los hombres compran productos cosméticos por necesidad y buscan productos fáciles de usar, prácticos, masculinos y eficaces. El packaging más seductor para ellos es el de los los envases masculinos, con colores llamativos.

 

 

 

Las cuestiones estéticas que más preocupan a los hombres son las arrugas en el rostro, la flacidez en el abdomen, la hidratación de la piel, las impurezas de la cara y las bolsas y ojeras.

 

 

Los cosméticos hidratantes, los tratamientos anti arrugas, el contorno de ojos y la productos de higiene facial.

 

 

No, aunque hay firmas especializadas en maquillaje para hombres –por cortesía de Gaultier que lanzó una línea hace más de una década–, muchas hidratantes se basan en el concepto CC para homogeneizar el tono y hay cremas para el contorno de los ojos con pigmentos que borran ópticamente las ojeras y las bolsas.

 

 

Si el after-shave tiene buena fórmula, incluye ingredientes de vocación nutritiva y su piel no es demasiado exigente con respecto a los niveles de hidratación, podría cumplir el mismo trabajo.