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Tranquilidad para los hombres: científicos aseguran que el sexo masculino no desaparece
Aunque el cromosoma Y, que determina el sexo masculino, pierde más de 500 genes en el último tiempo, no desaparecerá. Así lo asegura un reciente estudio de expertos.
En la edición de abril de la revista científica "Nature" se incluye una comparación de diferentes especies de animales en la que se da cuenta que una serie de genes ha sobrevivido millones de años en el cromosoma Y. No solamente relacionados con la producción de esperma, sino que con otras funciones vitales.
"En el cromosoma Y se mantienen una decena de genes que actúan en células y tejidos en todo el cuerpo", subraya en la citada revista David Page, del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge. "La evolución nos muestra que estos genes son realmente importantes para la supervivencia", añade su compañero Daniel Bellott, principal autor del estudio.
Una investigación anterior había mostrado una dramática pérdida de genes en el cromosoma Y a lo largo de 300 millones de años de evolución. Sólo 19 de los 600 genes que contenía inicialmente aún se mantenían. De ellos, en los últimos 25 millones de años el cromosoma ha perdido sin embargo sólo uno más, señalan ahora los científicos.
La pérdida masiva de genes era vista por los genetistas como un indicio de que el cromosoma Y tendría que desaparecer algún día. Page, Bellott y otros miembros de su equipo investigaron genes que aparecen tanto en el cromosoma Y como en el X.
Compararon esos pares en el genoma de animales emparentados en grado diverso con los seres humanos: chimpansés, macacos y monos tití, además de ratones, ratas, vacas, didelfimorfos y pollos.
Los científicos llegaron a la conclusión de que la pareja de cromosomas XY en los seres humanos es clave para la producción y estabilidad de la albúmina. Y que los genes de las parejas XY funcionan solamente cuando están dobles, uno solo no es suficiente.
A una conclusión similar llegó el equipo en torno a Henrik Kaessmann y Diego Cortez de la Universidad de Lausana en Suiza, que comparó los cromosomas sexuales de quince mamíferos y cuatro especies de aves. Los científicos establecieron que el gen SRY, que determina el sexo en los mamíferos, tiene 180 millones de años.
David Page y su equipo quieren descubrir ahora cómo actúan exactamente estos genes tan antiguos en el cromosoma Y. "Hay una clara necesidad en la investigación biomédica de ir más allá del modelo independiente del sexo", comentó Page.