Artículos

Tren del Cacao, la ruta que potencia el turismo en Ecuador

Por Jorge Barona/ Agencia de Noticias Andes | 12 Diciembre, 2016 - 11:09
  • ruta-del-cacao-viajes-en-tren-paquetes-ecuador-ferrocarril.jpg

Con sus cabinas totalmente climatizadas y con interiores decorados con motivos coloniales, el servicio ferroviario costero es de lujo.

El potente ‘rugir’ de la bocina del tren interrumpe la apacible mañana, mientras la fresca brisa del río Guayas recorre los pasillos de la histórica y ahora renovada estación del ferrocarril, ubicada en la puerta de ingreso al cantón Durán, a orillas del majestuoso afluente.
 
Son las ocho de la mañana y el pitido y el vapor que emana del ferrocarril traen a la memoria las épocas del viejo tren de Eloy Alfaro, que a principios y hasta mediados del siglo XX fue el principal medio de transporte de pasajeros y carga entre la Costa y la Sierra ecuatoriana.
 
Actualmente como una iniciativa del presidente Rafael Correa se rescató el ferrocarril que fue echado al completo abandono por autoridades que gobernaron al país y hoy presta importantes servicios turísticos con distintas rutas que unen parajes y localidades de las dos regiones.
 
 
Como una alternativa para potenciar esos recorridos, la Empresa Pública Ferrocarriles del Ecuador incorporó un nuevo recorrido denominado Ruta Tren del Cacao, que es una apuesta para impulsar la cultura de los pueblos montubios de la Costa, que se basa en la tradición agrícola y ganadera.
 
“Lo que buscamos es dar a conocer un poco más de ese maravilloso mundo del cacao y chocolate, que es todavía poco conocido, a pesar de que producimos el mejor cacao del mundo, entonces queremos que el tren junto con el cacao sean una ventana a este mundo a nivel internacional y en el Ecuador”, explica Ana García, gerenta de la Empresa de Ferrocarriles.  
 
La idea surgió de la IV Cumbre Mundial del Cacao que se desarrolló en agosto pasado en Guayaquil, evento que concentró a representantes de la cadena productiva de esta fruta, empresarios e inversionistas. Allí se realizaron diálogos informales que luego se trasformaron en una realidad, confiesa García.
 
“Queríamos fortalecer el peso de la filial Litoral dentro de los productos del tren. Estamos convencidos que es un gran aporte para el turismo de Guayaquil poder ofrecer estas actividades de un solo día para que la estancia media de los turistas que llegan al puerto se incremente porque ahora existen estos productos turísticos que motivan a quedarse un día más en la urbe porteña”, manifiesta la funcionaria.
 
 
Con sus cabinas totalmente climatizadas y con interiores decorados con motivos coloniales, el tren ofrece un servicio de lujo. Desde los panorámicos ventanales o un balcón ubicado en la parte posterior del vagón de pasajeros se puede apreciar el viaje por la campiña costeña.
 
La bocina nuevamente se hace escuchar. El tren sale de la estación para adentrarse por la zona urbana del cantón Durán. El sonido del pito y el incesante golpeteo de las ruedas de acero en las rieles llaman la atención de los transeúntes que no dejan de asombrarse ante el enorme ‘caballo de acero’ de color rojo pasar por en medio de sus calles.
 
Al cabo de unos 15 minutos, el tren abandona el casco urbano del creciente pueblo duraneño y se comienza a adentrar en medio de las grandes fincas arroceras, bananeras y cañaverales. La temperatura afuera es intensa pero en el vagón se siente la frescura de un ambiente que armoniza con una tenue música instrumental ecuatoriana.
 
El paseo se interrumpe por un momento por la visita de un camarero, quien ofrece amablemente un platillo de deliciosos piqueos de la tradicional gastronomía costeña, acompañado de bebidas a base de frutas tropicales.
 
Luego el viaje continúa hasta el cantón Yaguachi, donde hace una parada en la reconstruida estación que conserva los elementos arquitectónicos de la vieja estación. Allí los viajeros pueden adquirir sombreros, gorros, jarrones, artesanías y otros recuerdos con la marca del tren y de la marca Ecuador ama la vida.
 
 
A pocos metros de la estación florecen negocios de ropa y artesanías que son indicadores de la importancia que le está dando el tren al desarrollo de los pueblos por donde pasa.
 
Justamente por la vinculación que tienen con las comunidades, el tren recibirá en noviembre próximo en la World Tourism Market de Londres un premio por su aporte a la inclusión.
 
“En la Feria de Turismo de Londres vamos a recibir un premio por la estrategia de inclusión de las economías locales. Los viajeros no van metidos en una burbuja, sino que interactúan con las economías locales”, explica Ana García, al señalar que se generan más de 5.000 empleos directos e indirectos en las poblaciones a lo largo de la vía.
 
Si bien el recorrido llegó hasta Yaguachi en el paseo demostrativo que se efectuó el pasado martes, el trayecto original avanza hasta la localidad guayasense de Naranjito, donde se llega a la hacienda La Danesa, fundada en 1870.
 
Una vez en la hacienda, los turistas podrán conocer los secretos del cultivo del denominado mejor cacao del mundo, así como aprenderán a preparar chocolate artesanal, que incluyen degustaciones. También se disfruta de una experiencia gastronómica al estilo de la granja a la mesa con ingredientes producidos de manera sostenible en la hacienda, detalla la titular de la empresa ferrocarrilera.
 
“Es una actividad de todo un día en la cual se puede disfrutar e interactuar con la cultura montubia de la Costa y la campesina cacaotera y chocolatera”, resume García.
 
 
La Ruta Tren del Cacao, que se realiza los fines de semana cada quince días, tiene un valor de 112 dólares por persona (97,5 dólares niños y tercera edad) y se extienden desde las 08:00 hasta las 17:00.
 
Desde la estación de Durán, la principal de la Costa ecuatoriana, la Empresa de Ferrocarriles también ofrece otros dos productos turísticos que son: Tren Costa-Sierra y Tren de la Dulzura.
 
El primero cubre el itinerario entre Durán y la localidad de Alausí (en la provincia andina de Chimborazo). Allí el turista puede disfrutar de la transformación del paisaje tropical al montañoso de la cordillera de los Andes.
 
El Tren de la Dulzura, en cambio, sale desde Durán hasta Bucay, en las estribaciones de la cordillera andina, en cuyo paseo se podrá disfrutar de un día de aventura en la localidad de Bucay que ofrece paisajes subtropicales y una variada oferta gastronómica de las culturas costeña y serrana.
 
Adicionalmente en los últimos días en convenio con la empresa privada Helicópteros Ecuador se habilitó el antiguo helipuerto de la estación de Durán y desde allí también se ofrecen paseos en este medio de transporte, que se pueden contratar individualmente o en paquete con la empresa de ferrocarriles.
 
Paúl Villagrán, gerente de la empresa aérea, explica que los vuelos que se desarrollan por espacio de quince minutos incluyen una vista del imponente río Guayas hasta llegar al sector de Puerto Santa, el nuevo punto de creciente desarrollo inmobiliario de Guayaquil, para luego avanzar hasta la isla Santay. Este servicio es único en las estaciones del tren en Ecuador.
 
 
El Tren Ecuador, que ofrece también otras rutas en las zonas andinas del norte, centro y sur, registró en 2015 un total de 150.000 pasajeros, lo cual es calificado como un éxito por las autoridades del ramo.
 
El tren ecuatoriano ha sido premiado en tres ocasiones consecutivas con el máximo galardón de los World Travel Awards, considerados como los Óscar del turismo mundial por considerárselo como el mejor tren de lujo de Suramérica.
 
“Es un gran atractivo a nivel internacional saber que hay un tren que recorre el Ecuador. Hemos estado en varias ferias y la respuesta ha sido positiva porque a través del tren es una manera diferente de hacer turismo. Sin duda es un gran aporte para la marca país”, dice García convencida al igual de quienes hacen turismo de que la bocina del tren nunca más dejará de ‘rugir’ en las mañanas de los pintorescos poblados del Ecuador.