En la accidentada costa cerca de Los Vilos, un balneario ubicado en el Pacífico a poco más de 200 kilómetros de Santiago de Chile, se sitúa ochoquebradas, un loteo con un emplazamiento privilegiado por sus dunas, quebradas, vegetación nativa, pequeñas bahías y una protegida playa.

Se trata de 80 sitios de entre 5 mil y 20 mil metros cuadrados, con vista al mar y abastecidos con agua potable y electricidad, cuyo costo fluctúa entre US$ 21 y US$  128 por metro cuadrado.

Detrás de este proyecto está la gestora de arquitectura ochoalcubo, que además de sentar las características urbanísticas y el paisajismo del loteo, destinó la primera línea de este terreno para desarrollar la segunda y tercera etapas de su proyecto ochoalcubo.

La iniciativa puso a la arquitectura nacional en la palestra internacional cuando en 2002 Christian De Groote, Cecilia Puga, Mathias Klotz y Smiljan Radic, entre otros, proyectaron ocho casas en Marbella con absoluta libertad creativa.

Para estas etapas se convocó a ocho arquitectos nacionales y a ocho japoneses, entre ellos a los premios Pritzker Ryue Nishizawa, Kazuyo Sejima y Alejandro Aravena y a otros renombrados profesionales, como Felipe Assadi, Cristián Undurraga y la oficina Izquierdo-Lehmann.

“Es la primera vez que se desarrolla un proyecto con una libertad arquitectónica colectiva de estas características”, comenta Philippe Godoy, de ochoalcubo, quien confirmó que Nishizawa estará en Chile para conocer personalmente los avances de su obra.

Los profesionales pudieron hacer uso total de su creatividad para proyectar sus planos. Las únicas restricciones fueron la cantidad y el valor del metro construido, y que fueran edificaciones de bajo impacto ambiental.

Además de estas 16 casas, se les pidió a 20 importantes oficinas de arquitectura del país como las de Albert Tidy, Juan Carlos Sabbagh y Nicolás del Río que desarrollaran viviendas de playa para aquellos futuros propietarios que quieran construir bajo el diseño que estas proyectaron.