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Un buque lleno de libros recorre América Latina
La embarcación navega con más de 5.000 libros en su interior. La iniciativa de caridad, operada desde Alemania, se encuentra de visita en Chile.
Es la biblioteca flotante más grande del mundo y su objetivo es proveer acceso igualitario a la literatura, además de realizar trabajos de ayuda social y humanitaria. Se trata del Logos Hope, un buque que es operado por GBA Ships (Gute Bücher für Alle en alemán), una organización caritativa, registrada en la ciudad alemana de Mosbach, que desde 1970 es la encargada de que las bibliotecas flotantes naveguen por el mundo "para traer conocimiento, ayuda y esperanza”, según sus creadores.
El Logos Hope −cuyo nombre proviene de "logos", que significa "palabra" en griego, y de "hope", "esperanza" en inglés− entró en servicio en 2009. Es uno de los cuatro barcos de su tipo que ha operado GBA Ships. Actualmente, la embarcación visita por segunda vez Chile (en 1982 ya pisó el país). Hasta ahora, ha recorrido los puertos de Antofagasta y Valparaíso. Durante febrero y marzo recalará en Lirquén y Punta Arenas. Después, de acuerdo al itinerario planeado, los siguientes destinos serán Argentina y Brasil.
La vuelta al globo. El primer bibliobuque de GBA Ships se llamó Logos y en 1971 viajó a Madrás, India, donde en un solo día fue visitado por más de 15 mil personas. La embarcación sumó a su lista náutica más de 250 puertos en 130 países y territorios. El segundo barco, adquirido en 1977 por la misma organización, se llamó Doulos ("siervo”, en griego), reconocido en el libro Guinness como el buque más viejo que aún está en actividad haciendo viajes interoceánicos.
Durante los años 70 y 80 del siglo pasado, las dos embarcaciones dieron la vuelta al globo. Eso hasta que, en 1989, el Logos II tuvo que reemplazar al Logos, que, debido a una fuerte tormenta encalló en el canal Beagle entre Chile y Argentina. El accidente no tuvo víctimas fatales.
Más tarde, debido a la alta demanda de países que pedían ser considerados por la organización humanitaria, se decidió adquirir una nueva embarcación, mucho más grande, de 12 mil toneladas.
El Logos Hope, originalmente llamado Gustav Vasa, en honor al rey de Suecia, se construyó en Rendsburgo, Alemania, en 1973. El buque, reacondicionado y puesto en servicio en 2009, reemplazó al Doulos y Logos II que jubilaron como bibliotecas flotantes. A lo largo de la historia, los cuatro barcos bibliotecas han visitado más de 160 países y cerca de 46 millones de personas han estado a bordo.
Trueque cultural. "Queremos visitar países y compartir conocimiento a través de los libros y también con nuestra cultura. Hay que integrar todas las experiencias”, dice en entrevista con DW Ji Hyeon Lee, tripulante del Logos Hope. Ji Hyeon Lee es de Corea del Sur. Se unió al proyecto en 2016. "Cuando visité Hong Kong me encontré con el buque (…) Me inspiraron mucho, porque en ese momento había renunciado a mi trabajo para comenzar cosas nuevas. Entonces, decidí viajar y unirme por dos años al grupo”, cuenta a DW.
Los voluntarios del Logos Hope pueden optar a estancias cortas de 3 meses y otras más largas que van desde 1 a 2 años. Asimismo, ningún miembro de la tripulación percibe salario, sin importar si es el capitán o un encargado de limpieza. Cada miembro es responsable de gestionar sus fondos a través de patrocinios para cubrir el costo de su tiempo de servicio.
En tierra y mar los tripulantes se mantienen siempre muy activos. La organización GBA Ships se encarga de entrenarlos durante el período de servicio en áreas como comunicación, ética, liderazgo, perspectivas interculturales y resolución de conflictos.
"Estamos haciendo trabajo humanitario, pero al mismo tiempo intercambiando nuestras culturas. Somos 400 voluntarios de más de 60 países. Tenemos diversas profesiones, edades y a veces vienen familias con niños, quienes además cuentan con un colegio a bordo”, relata a DW Ji Hyeon.
Para todos los gustos. Los libros que carga el Logos Hope son tan diversos como su tripulación. La mayoría de sus títulos está en inglés, aunque también hay en otros idiomas, como alemán y español.
"El buque está navegando todo el tiempo, así que recibimos material a través de contenedores marítimos. Por tanto, los libros cambian constantemente. Tratamos, eso sí, de contar con obras en el idioma del país visitado. Desde el año pasado que recorrimos países latinoamericanos, por ende, tenemos 70 por ciento de libros en español y 30 por ciento de libros en inglés”, explica a DW el voluntario.
Casi todos los libros proceden de Estados Unidos. Se trata de donaciones de editoriales, aunque también los miembros del Logos Hope se encargan de comprar literatura cuando visitan diferentes rincones del mundo. Las materias de los libros son infinitas. Desde arte, ciencias, crecimiento personal, deportes, filosofía, gastronomía, historia, pasatiempos y religión.
En cuanto a este último tópico, el buque cuenta con un espacio dedicado a mostrar biblias en diferentes idiomas. Por esto, algunas personas creen que el barco viaja con una misión evangelizadora. "No es solo acerca de religión. Es sobre ayudar, compartiendo conocimiento. Es nuestro slogan y objetivo principal. De hecho, en el buque no todos son cristianos y no es un requisito serlo para ser parte del proyecto”, afirma Ji Hyeon Lee.
Debido a que GBA Ships es una organización sin fines de lucro, una forma de financiarse es a través de la venta de libros y souvenirs. El buque también cuenta con una cafetería, donde se puede comprar café, helado y palomitas de maíz.
No solo libros. "Pero además de vender libros, en cada país que visitamos tratamos de hacer algún proyecto social, sobre todo cuando hay desastres naturales, guerras o enfermedades”, cuenta el tripulante surcoreano.
Las misiones en Papúa-Nueva Guinea (1999) y Ghana (2010-2016) marcaron un evento histórico para el Logos Hope, pues en el caso del país oceánico se reunió a líderes de grupos opositores de una guerra civil con el fin de lograr una reconciliación; en el caso de la nación africana, cientos de jefes tribales dejaron sus diferencias a un lado para asistir a seminarios de cooperación a bordo del bibliobuque.
Otros proyectos que destacan son los programas de concientización sobre VIH, llevados a cabo en África Occidental; la construcción de orfanatos en Myanmar; las donaciones de más de 50.000 libros a grupos comunitarios y universidades en Liberia; los talleres de costura para mujeres en Sri Lanka; y la reconstrucción de viviendas en la isla Antigua y Barbuda.
Rápidos y hospitalarios. El Logos Hope se encuentra en Chile desde enero. "Las personas han sido muy hospitalarias aquí. Cuando le contamos a la gente sobre los programas que tenemos, se muestran realmente emocionados”, dice a DW el joven tripulante. A su juicio, "los chilenos son los más rápidos de Latinoamérica en cuanto a la efectividad de la comunicación. Las cosas funcionan muy bien y eso facilita nuestro trabajo”.
El buque estuvo en la ciudad de Antofagasta, donde más de 60 mil personas lo visitaron. En Valparaíso, el recibimiento fue similar e incluso contó con la presencia de autoridades.
"Sabemos que los precios de los libros son muy caros en Latinoamérica, especialmente en Chile. Por eso, el buque ofrece literatura a precios muy convenientes. Además, se trata de una experiencia única para compartir con personas de otras culturas”, concluye el voluntario.