Más de la mitad de su vida, la inglesa Andrea Henson padeció de terribles migrañas que la dejaban incapacitada. Los ataques no sólo iban en aumento, también en intensidad.

 

“Mis episodios eran impredecibles. Cuando sucedían, rápidamente afectaban mi visión y empezaba a funcionar menos. Duraban entre uno y tres días”,

comentó Henson para el Daily Mail.

 

Cuando terminaban, la madre de dos adolescentes se sentía exhausta y con dolor, “pero no había nada que pudiera hacer”. Para ese entonces, la mujer ya había probado cientos de tratamientos médicos.

 

Cansada de las jaquecas, Andrea se enteró de un programa llamado YorkTest, que ayuda a curar malestares a través de la detección de intolerancia a alimentos.

 

Sin nada que perder, decidió aventurarse. Fue ahí donde descubrió que la verdadera causa de las migrañas eran dos ingredientes constantes en su dieta: los lácteos y el maíz (o elote).

 

“No tenía idea de que mi intolerancia hacia ambos alimentos pudiera causarlas”, dijo Henson.

 

Según Andrea, ahora se siente como una persona normal, “pues las migrañas fueron parte de su vida durante varios años”.