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Uruguayo expulsado antes del minuto espera que superen su marca mundialista

Por Ramiro Scandolo/ Reuters | 28 Mayo, 2018 - 15:23
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José “Charly” Batista señaló que su intención no fue golpear al escocés Gordon Strachan en México 86.

Convirtió un gol clave en una eliminatoria sudamericana y disputó un Mundial con Uruguay, pero lo que marcó quizás la carrera de José “Charly” Batista es otro registro: ser el futbolista más rápidamente expulsado en un partido de una Copa del Mundo, un hito que espera que sea superado en Rusia.

Aunque ya pasaron 32 años, el exdefensor uruguayo convive con la imagen de la tarjeta roja en la mano del árbitro a los 52 segundos, luego de su fuerte entrada sobre Gordon Strachan en el partido entre Uruguay y Escocia por el Mundial de México 1986.

“A todos lados que voy me están recordando esa jugada (...) Toda persona que me conoce me pregunta. Yo siempre digo por qué no hablan de los goles que hice”, dijo Batista en una entrevista con Reuters en Argentina, donde vive hace años.

Al regresar tan rápido al vestuario, el utilero uruguayo no le creyó que lo habían expulsado y tuvo que mirar por una ventana hacia el campo de juego para comprobarlo.

“Charly” no recuerda con exactitud la acción, pero tras volver a ver las imágenes señaló que su intención no fue golpear al escocés Strachan. “Yo llegué primero y lo desacomodé con la cadera”, explicó mientras recreaba el movimiento.

Batista aseguró que merecía sólo una amonestación y que su historial demuestra que no era un futbolista violento.

“En 23 años de carrera me expulsaron apenas tres o cuatro veces. Una vez un técnico me dijo: ‘¿Usted es uruguayo y no pega patadas?’ Y yo le respondí: ‘No, yo juego, soy distinto’”, sostuvo Batista, quien le anotó a Chile un gol clave de tiro libre en la eliminatoria al Mundial de México.

Aunque tuvo que jugar casi todo el partido con 10 jugadores, Uruguay logró un empate 0-0 ante Escocia y clasificó a los octavos de final del Mundial, donde sería eliminado por Argentina. En tanto, Batista no volvería al seleccionado hasta 1993.

A los 56 años, si tuviera la posibilidad de cambiar algo de su trayectoria, Batista no dudó en elegir ese momento. Pero como no puede, al menos aspira a que alguien lo supere en el Mundial de Rusia y cargue con la desgracia que le aseguró un lugar en el libro Guinness de los récords.

La expulsión “es algo que va a quedar, salvo que en este Mundial alguien quiera que lo echen a los 30 segundos (...) No creo, ojalá, pero sería bueno. Tal vez alguno entra mal y lo sacan rápido. Y digo: ‘Por fin lo mío se acabó’”, apuntó .

Tras jugar en distintos equipos de las ligas de Argentina y Uruguay, Batista dejó el fútbol profesional en 2001 y se radicó en Buenos Aires.

Actualmente, entrena a niños en una academia de fútbol, dirige a jóvenes en un equipo amateur y también da clases de tenis, un deporte que practica desde los últimos años de su carrera como futbolista.

“A veces en el club se me acerca un chico, me pregunta por la jugada y le digo que no era yo”, contó Batista con una sonrisa.

Imagen referencial: Steindy (talk) 13:41, 18 November 2015 (UTC) [CC BY-SA 3.0], from Wikimedia Commons