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Volkswagen Passat Variant Alltrack 2.0: luchando contra los elementos

Por | 5 Junio, 2014 - 18:19
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La incursión de Volkswagen en el mundo de los todoterreno SUV y de los “off road” no se puede decir que venga de antiguo, pero una vez ya entrado al ruedo sorprende la rapidez de su adaptación.

El sistema de tracción total 4Motion es su banderín de enganche y éste ha llegado a todoterrenos SUV de carácter como el Touareg, pasando por el crossover compacto Tiguan para recalar en una berlina tradicional del segmento medio-alto, como el Passat, distinguida en su lucha contra los elementos con la acepción Alltrack y limitada a la carrocería familiar o Variant.
 
No es estrictamente una novedad, pues esta versión Alltrack lleva ya su tiempo en el mercado. Lo que se aporta en esta actualización son aditamentos exclusivos y acreditados de la marca, como la caja automática DSG, de seis relaciones y la dotación de la tracción integral 4 Motion. Un gemelo de la misma, en el ciclo gasolina, es la 2.0 TSI con registro de potencia de 210 CV.
 
La oferta se completa con el núcleo de la gama, que no es otro que la motorización diesel 2.0 TDI de 140 CV, pero ofertada en las dos posibilidades de tracción delantera o 4x2, así como en la integral o 4x4.
 
La marca de Wolfsburg se lo ha tomado en serio con las posibilidades "off road" de esta berlina que, en las prestaciones convencionales, es uno de los líderes de su segmento, y prueba de su decisión, es que el Passat Alltrack dispone de un sistema de tracción idéntico al de un crossover con pinta auténtica de campero como el Tiguan.


 
Para acreditar ese ADN "off road", el Passat ahora testado, recoge los beneficios del sistema 4Motion que, en las condiciones estándar de circulación, transmite el 90 % de la tracción a las rueda delanteras, pero conforme el contexto de superficie gana en dificultad de adherencia, la fuerza de rodaje, si llega el caso hasta el 100 %, se traslada al trasero, por medio de un embrague electrohidráulico. Es un proceso totalmente electrónico que mide con absoluta fiabilidad esa transmisión entre ejes, sin necesidad de que intervenga un desajuste de rodadura.
 
Este versión TDI de 177 CV, como la de gasolina de 210, introduce otro elemento clave para mostrar fortaleza en los terrenos más exigentes como el Diferencial Electrónico de Deslizamiento Limitado, identificado por las siglas XDS, y que actúa como prolongación del sistema de Diferencial Electrónico integrado en el sistema de Control de Estabilidad o ESP.por lo menos, en lo que concierne a creaciones automovilísticas para un mercado importante,
 
El sistema XDS se encarga del bloqueo del diferencial para equilibrar la acción de las posibles inercias del tren delantero cuando se trazan curvas a altos registros de velocidad.
 
Asimismo, se dispone de un programa específico de conducción "off road", activable desde el botón al efecto en la consola para adecuar las condiciones de rodadura del coche al terreno que se pisa.


 
De este modo, el sistema antibloqueo ABS aumenta su interacción sobre las ruedas, se consigue una puesta en marcha automática del asistente de descenso en pendientes a partir de 10 grados, mientras que el cambio de doble embrague DSG acomoda sus transiciones a la respuesta del acelerador.
 
Con toda esta puesta en escena, el Volkswagen Passat Alltrack se transforma en una auténtica berlina todocamino, apta para una circulación con garantías sobre superficies poco amigas de la conducción normal, como el barro o la nieve, es decir, bien preparado para luchar contra los elementos.
 
Pero en su ADN no se puede olvidar que es eso, una berlina, su nombre sustantivo, ideal para viajar también por asfalto, escenario sobre el que rueda con una solvencia absoluta, muy proclive a exigencias que a otros coches no se le pueden proponer, porque la relación de sus sistemas de ayuda son parejas a las de un crossover.
 
Concretando, se fija al suelo como una ventosa, traza con total regularidad y la adaptación del sistema de suspensiones a los programas Confort o Sport acentúan unas cualidades dinámicas para viajar kilómetros y kilómetros, por rectas y curvas, como si tal cosa.
 
El término Alltrack, en el Volkswagen Passat Variant, es, igualmente, identificativo de un estilo externo propio que tiene las principales referencias visuales en unos parachoques exclusivos y pasos de rueda más anchos, con el fin de afirmar musculatura.
 
Son apreciables también las modificaciones ejercidas en las cotas como la mayor altura libre del suelo en 16,5 cms (13,5 en la versión convencional), mientras que los ángulos de ataque, trasero y ventral reciben una apertura traducida en más grados.
 
No se obvian detalles de calidad, a la vez que identificativos de la categoría del modelo, como los marcos de las puertas cromados y las estriberas en un tratamiento similar.
 
La vida a bordo recoge todo los elementos de una berlina de alto concepto como esta, o lo que es lo mismo, comodidad proverbial de los asientos, separación entre filas amplia, buena capacidad de los mismos acompañados de la ventaja de una sujeción loable.


Una calidad contrastada de los materiales, terminación cuidada hasta en los mínimos detalles, accesibilidad notable a la instrumentación visual y manual, sin olvidar elementos prácticos como un maletero de casi 590 litros y boca de carga a bajo nivel, son detalles que hacen subir la nota del Passat Alltrack.
 
El motor es un viejo conocido de la gama de modelos del Grupo Volkswagen, con lo que sólo queda constatar la suficiencia de prestaciones que tiene para mover una masa de peso elevado y posicionado, en esta magnitud, bastante arriba en relación a los Passat estándar. Rápido en las aceleraciones y solvente, mucho, en las recuperaciones, ofrece un empuje muy vivaz desde la parte más baja del tacómetro.
 
Las sensaciones de la caja de cambios, no por repetidas hasta la saciedad, pueden dejarse pasar en las alabanzas a la suavidad de los cambios y al rendimiento general.
 
En consumo se puede conseguir domar el gasto si se está muy presto al acelerador en carretera, pero, en ciudad, en cualquier caso, no oculta su glotonería. Hay que entender que su constitución no es favorable a los ahorros y sobriedades en este campo. En prueba, la mayoría en carretera, se perfiló en algo menos de 8 litros a los cien kilómetros.
 
La filosofía de precios Volkswagen no se reforma en este modelo. Queda en la equidistancia, como siempre, entre la competencia generalista, por encima en los nominales, y la premium o de alta gama, por debajo. Pero es una opción de conducción elegante y radical, puede que a partes iguales, que, para quien pueda con ese precio, merece la total atención.