Un cubo vidriado que simula una habitación es el escenario donde se suceden escenas de violencia hacia las mujeres, que el espectador sigue desde fuera, mientras actores con micrófonos articulan un relato poético y político que conmueve.

Se trata de “Yo no muero, ya no más”, una obra de teatro y performance estrenada el sábado por la noche en el patio cubierto del Centro Cultural San Martín de Buenos Aires, un espacio público desde el que interpela al espectador a reflexionar sobre la violencia de género, en momentos en que en Argentina y el mundo hay un clamor de las mujeres para que esto deje de ocurrir.

“Quise hacerme eco de una problemática mundial que nos afecta a todos e intentar encontrar detalles que provocaran alguna reflexión física, sensible, emocional que no fuera parte de las recreaciones habituales que se pueden construir en otros espacios del pensamiento o de la información”, dijo a Reuters el director y dramaturgo argentino Fernando Rubio en una entrevista telefónica desde Río de Janeiro, donde vive actualmente.

Dos características del trabajo de Rubio son la intervención del espacio público y el vínculo con el espectador. Durante “Yo no muero, ya no más”, los actores circulan e invitan a los presentes, por ejemplo, a situarse a un costado del cubo vidriado para mirar a los ojos a una mujer en los instantes previos a que un hombre la asesine con un arma.

“¿Durante cuánto tiempo usted podría ser golpeado?”, pregunta en otro momento una frase proyectada en la única pared blanca de la habitación vidriada. Adentro, hay una mujer acostada en un piso de tierra. Afuera, una actriz dice “imaginemos que ella vino acá a contarnos algo que nosotros debemos terminar de armar”.

Previo a la obra, se instalan buzones en distintas partes de la ciudad, donde la gente puede dejar testimonios anónimos de violencia de género, que luego se archivan y se proyectan cuando la performance de 50 minutos ya ha terminado y se transforma en una instalación.

“Eso mismo, en paralelo, no sólo es un espacio de acción directa sino que también es por un lado una memoria, la generación de un archivo, y al mismo tiempo funciona como yo intento que funcionen mis obras, como un alerta, como una urgencia, como un objeto que está ahí para incomodar, para provocar quién sabe qué”, contó Rubio, de 43 años.

“Me interesa el pensamiento del arte no como una manera directa de denuncia sino como una manera mucho más compleja y amplificadora (...) Hay presencias ahí, hay objetos, hay personas que empiezan a alertarnos de que esto no tiene que suceder más porque si sucede aparecen voces y eso creo que es parte de una transformación colectiva”, agregó.

“Yo no muero, ya no más” se estrenó en 2016 en la explanada del teatro Solís de Montevideo y en 2018 formó parte del Festival Cena Brasil en Río de Janeiro, pero es la primera vez que se presenta en Argentina, en este caso en el marco de la edición número 12 del Festival Internacional de Buenos Aires de teatro, música, danza y artes visuales que termina el domingo.

Actualmente Rubio también está presentando “Todo lo que está a mi lado”, con 27 elencos simultáneos dirigidos por él en todos los continentes, y tiene previsto estrenarla en marzo en México. Además, está trabajando en “Caixa Preta” (Caja Negra), una obra sobre “las formas de morir en Occidente”, que exhibirá el mes próximo en el Centro Cultural Banco de Brasil de Río de Janeiro.