La performance de Favio Posca en Uruguay se describe con los siguientes elementos: “Tracción a sangre, vertiginosidad, rock, historias que rozan los márgenes y personajes que develan en sus mundos fallados la belleza de la deformidad”. Sea lo que sea, al público le encanta.

Con dos funciones realizadas en julio a sala llena,  el comediante argentino se presentará en dos nuevas instancias, el próximo martes 2 y miércoles 3 de setiembre. La primera ya está agotada, pero para la segunda todavía quedan entradas.

El espectáculo, que no tiene nombre y cuyo autor no describe como unipersonal sino como un “show de rock teatral”, tiene su origen en una presentación de Posca en el festival de música Cosquín Rock en Córdoba. El show mezcla monólogos, personajes, videos, canciones en vivo y un humor  “no apto para personas autorreprimidas”: “Esto es Favio Posca en Uruguay. Generé un show de rock con un tempo más dinámico y surgió la idea de hacerlo en La Trastienda y agregarle una hora. Explotó y estoy muy feliz”, indicó el humorista en conversación con El Observador.

Ante la pregunta de si el teatro puede ser “rock”, el comediante no tiene tapujos en destacar el aspecto innovador en su propuesta escénica.

“Desde lo que hago sí (puede ser rock). Siento que inventé un lenguaje nuevo dentro de lo teatral. Tiene que ver con cómo abordo la narración, los textos, cómo sintetizo con el cuerpo  determinadas situaciones para que el espectador entre (...) Lo nuevo no es el uso del multimedia, sino el uso del lenguaje y la síntesis de no explicar nada”, comentó Posca.

A la hora de armar los diferentes segmentos del show, Posca explicó que junto a su esposa y colega artística Luisa Callau, la primera interrogante que buscan responder es:  “¿De qué queremos hablar? Todos los espectáculos tienen que ver con lo que yo quiero decir como artista. Después, netamente en la dirección del show, buscamos desde un ritmo vertiginoso hasta un personaje que baje la nave y pare la risa”, manifestó.

Sin revelar mucho sobre qué personajes integran la presentación en La Trastienda, Posca destacó que entre ellos estarán El Perro –que canta una murga uruguaya compuesta en conjunto con el músico Alejandro Balbis–; un travesti ahora transformado finalmente en mujer; el esquizofrénico Pitito (que tuvo varias apariciones en el programa de Susana Giménez) y un ladrón que antes de ir a robar le escribe una carta a Dios pidiéndole ayuda, entre otras locuras.

La personificación de personajes extravagantes y extremos  ha sido una constante a lo largo de la carrera de Posca, incluso en su trabajo como actor de televisión y cine.

De todas formas, el argentino afirma que no se siente un cómico. Su intención es lograr la risa desde lugares oscuros del comportamiento humano, donde no se suele encontrar el humor: “Si quisiera darle una vuelta más de tuerca a mis personajes creo que todos llorarían. Yo hablo de la negación, del encierro, de la falta de amor, de la soledad (...) Hablo de cosas terribles y trato de exorcizar todo eso al tratar de bajarlo a un lugar más humano. Nada es tan terrible. Excepto la muerte”, señaló.

El actor se siente optimista y no cree que la tragedia será inherente al humor, un aspecto de la profesión de los comediantes que se puso sobre la mesa tras el suicidio de Robin Williams.

“Es como el mito del payaso triste. Yo disfruto mucho la vida. Tengo mis quilombos internos y mis rayes como cualquier ser humano. No soy un tipo torturado”, aclaró.

Parte de esos “quilombos” podrán apreciarse durante  el espectáculo del 3 de setiembre.

“Hay un montón de situaciones delirantes que la gente no va a poder acreditar. Hay personajes nuevos y arranca como para agarrarse de la butaca”, adelantó el comediante que no se define como tal.