Artículos
Las series animadas reciben una oleada LGBT
Una escena en el final de Hora de Aventura bastó para que la serie se uniera a las animaciones que hoy abordan las temáticas de diversidad de género.
No son pocas las series animadas de hoy que, aunque apuntan inicialmente a un público infantil, terminan por conquistar a personas de todas las edades. Con un humor absurdo y un mundo fantástico que rayaba en la locura, Hora de Aventura (Adventure time) fue una que encabezó esa lista en los últimos años.
La serie llegó a su fin esta semana el día 3 de septiembre, pero su último episodio ha sido comentado –más que la última aventura de su protagonista Finn el humano — por el beso de dos de sus personajes femeninos principales: La Dulce Princesa y Marceline.
Aunque algunos fans recibieron mal el desenlace de la relación entre los personajes, no fue una sorpresa. Y tras 8 años y 283 episodios, hubo algunas pistas.
Ya en 2014, como reportó BuzzFeed, las actrices de doblaje de las personajes habían “confirmado” que en algún momento de la historia de esta serie, la princesa y Marceline habían tenido una relación.
Fanático o no de este resultado y la serie, es innegable que esto situó a Hora de Aventura, justo en su cierre, en el grupo de animaciones que abordan relaciones LGBT. Un grupo que más que excepciones se han convertido en una tendencia.
Beso aquí, beso allá
En 2014, Cartoon Network (la misma cadena que emitió Hora de Aventura) censuró su primer beso homosexual en una serie. Se trataba de una pareja de hombres en la serie Clarence, que se encontraban para una cita.
Al emitirse el capitulo, los personajes se besaron en la mejilla. Pero en twitter, Spencer Rothbell, uno de los escritores de la serie, dijo que “Originalmente uno de ellos llevaba flores y se besaban en la boca”, según reportó Mtv en ese momento.
Pero probablemente la cadena que más atención llamó en el último tiempo en este tema es Disney, que en en marzo de 2017 emitió su primer beso de una pareja homosexual en una serie, como reportó el New York Post. Las imagenes fueron parte de un capítulo de “Star vs. the Forces of Evil”, donde dos hombres se besaban entre una multitud de otras parejas.
Un liderazgo de otro universo
Si hubiese que escoger una sola serie para representar estas temáticas en las animaciones infantiles de hoy, probablemente la decisión sería simple: Steven Universe.
Y su alta popularidad en redes sociales solo lo confirma.
A diferencia de los otros ejemplos, en la serie de Cartoon Network el género de sus personajes es parte central de la historia.
Steven Universe, el niño protagonista es mitad humano y mitad “gema”, una especie de extraterrestres. Dos de ellas, Ruby y Spaphire son una pareja cuya “fusión” es el personaje más fuerte de la serie. La creadora de la serie Rebecca Sugar, incluso escribió un libro infantil que cuenta la historia de amor de estos personajes.
Otro de los personajes que entra en la historia más adelante es llamada Stevonnie, que utiliza pronombres neutros en inglés (they, them) y se considera genderfluid.
Sugar explicó en entrevista con The Verge que abodar estos temas en animaciones es “muy importante en este momento”. Y agregó que “Este es el momento y esta es la herramienta para expandir el lenguaje visual de las personas cuando se trata de cómo se ve una pareja, y para crear personajes no conformes con el género que son tan convincentes que no se puede negar su humanidad. Porque al creer en ellos, ya son un reflejo de tu humanidad”.
Y Sugar no está sola en esto. En 2017, se viralizó en internet un corto producido por Ringling College of Art and Design y dirigido por Beth David y Esteban Bravo llamado “In a Heartbeat”, que contaba cómo su protagonista se enamoraba por primera vez y de otro niño. David, en una entrevista con BBC Mundo, explicaba que su objetivo “fue transmitir un mensaje de amor y aceptación para los niños que sienten que no encajan en el patrón sexual que la sociedad les impone, hacerle ver al mundo que todos, desde pequeños, tenemos el derecho de amar y de elegir a la persona con la que queremos estar y no debemos tener miedo por eso".
Lo cierto es que los animadores de hoy y del futuro parecen abrazar cada vez con mayor normalidad este tipo de temáticas. Dejando abierta la posibilidad de que las futuras generaciones que crezcan con estas series, tengan una mirada menos prejuiciosa frente al género.