La vitamina D es vital para mantener nuestros huesos en excelentes condiciones, pues ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los principales componentes de nuestra estructura ósea, y también es relevante para el sistema nervioso, muscular e inmunitario.

La mayoría del tiempo no tenemos muchos inconvenientes para obtener vitamina D porque nuestro cuerpo la produce naturalmente, gracias a la estimulación de la luz solar, explica la enciclopedia médica MedlinePlus.

Esto también quiere decir que cuando es invierno y casi no nos exponemos al sol, podrían bajar nuestros niveles del nutriente.

La buena noticia es que hay otras fuentes naturales desde las cuales podemos obtener un poco de vitamina D, para asegurarnos de que no nos falte.

De acuerdo a MedlinePlus, los alimentos que contienen esta vitamina, aunque no en grandes cantidades, son:

-Pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa
-Hígado de res
-Queso
-Hongos
-Yema de huevo

Además, existen alimentos que venden en el comercio y que han sido fortificados con vitamina D. Para saber si la contienen, se puede revisar la información nutricional que incluyen todos los envases.

Algunos de los productos que suelen ser fortificados con vitamina D pueden ser los siguientes:

-Leche
-Cereales de desayuno
-Jugode naranja
-Yogur
-Bebidas de soja

Además de los alimentos, existen suplementos de vitamina D que se pueden adquirir en farmacias, pero estos están destinados a quienes tienen deficiencia del nutriente. Para saber si es tu caso, te recomendamos acudir a un médico.