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El inmortal legado de Camilo Sesto
El artista español falleció el domingo a los 72 años, dejando un repertorio extenso y su nombre grabado en la canción romántica en español.
Lo de Camilo Sesto era un don. Tenía el poder de la composición de su lado, pero al mismo tiempo contaba con la destreza para pararse sobre el escenario y contar historias haciendo una radiografía perfecta sobre el amor, el desamor y las demás temáticas profanas. Además de su habilidad, el artista nacido en Alicante como Camilo Blanes Cortés se caracterizó por la generosidad, una virtud que lo llevó a darles el primer impulso, y tal vez el decisivo en sus carreras, a Miguel Bosé y Ángela Carrasco.
A Camilo Sesto se le atribuye el surgimiento de algunas de las figuras de la canción romántica, llamada a veces de manera despectiva como balada. No solo endosó sus anécdotas para convertirlas en realidad en voces ajenas, sino que se hizo a un lado para que exponentes de las generaciones más jóvenes pudieran brillar en un ámbito duro y competido. No solo se desprendieron de su radar Miguel Bosé y Ángela Carrasco, sino que personajes como Lucía Méndez también comenzaron a hacer historia gracias a su generosidad.
A pesar de que tenía en su haber muchos reconocimientos en la industria musical, Camilo Sesto nunca perdió la gratitud del debutante en el espectro artístico y desde su primer sencillo exitoso, Algo de mí, en los primeros años de la década del 70, su actitud con el público siempre fue de respeto y máxima entrega.
No en vano, el español fue el primer músico en recibir el reconocimiento de la Gaviota de Plata en el Festival de Viña del Mar, en Chile, en 1981. Ese año, considerado uno de los mejores en la historia de este certamen que estimula la labor de la música en Iberoamérica, pisaron tarima personalidades como Julio Iglesias, José Luis Perales y Miguel Bosé, entre otros.
El poder de Camilo Sesto sobre el escenario, la credibilidad en la interpretación, su voz impecable, su montaje vanguardista y, sobre todo, la sinceridad con la que tomaba el micrófono para hacer reír o llorar a sus fanáticos fueron los hechos que determinaron que este cantautor se quedara con uno de los galardones más importantes de la época. Con la Gaviota de Plata en su poder y con la convicción de haber doblegado al monstruo de las mil cabezas, el artista se bajó de la tarima con la misma actitud con la que se subió unos minutos antes.
Con varios sencillos destacados y la seguridad de haber contribuido a la consolidación de su género, con la publicación de algunos de sus trabajos discográficos más divulgados en España y América Latina, Camilo Sesto asumió el reto de protagonizar el musical Jesucristo Superestrella y lo hizo convocando a sus genes toda esa riqueza histriónica que el público había conocido y disfrutado.
Ya tenía la escuela, el oído musical montado para representar el papel, la maestría para saltar de la risa al llanto en un abrir y cerrar de ojos, y el conocimiento perpetuo de la partitura original de Andrew Lloyd Webber. Camilo Sesto tomó el rol más importante de Jesucristo Superestrella y, de nuevo, hizo que los asistentes entendieran que más que el repaso de unas líneas en un libreto, lo que conseguía el español era una interpretación tan real como su talento.
Más de cuarenta álbumes de larga duración respaldan la propuesta musical de Camilo Sesto. Desde Algo de mí, Solo un hombre y Algo más, que exhiben el derrotero de los primeros años de ejercicio profesional; pasando por Memorias, Entre amigos y Amor libre, uno de los más vendidos en castellano; hasta llegar a las más recientes realizaciones (Alma y Camilo Sesto canta a Bujalance), siempre que entró al estudio de grabación manifestó que cuando se encendía el micrófono todo era nuevo para él.
Motivado por ese deseo de aprender fue que Camilo Sesto se aventuró en la gestación de su proyecto sinfónico, lo que le representó uno de los retos más grandes en su carrera y que se convirtió en realidad hace algunos meses.
En 2010, el español dijo que había llegado la hora de retirarse de los escenarios. Sin embargo, continúo su romance con América Latina. En Colombia estuvo por última vez en Medellín en 2015 y del continente se despidió definitivamente en mayo de 2017, fecha en la que visitó Buenos Aires (Argentina).
Camilo Sesto murió este domingo 8 de septiembre en España a los 72 años a causa de un fallo renal. Su legado es inmortal, su aporte, incalculable y su interpretación mágica por siempre.