El vino cada vez es un invitado más común en los almuerzos, las tardes de terrazas o las noches frías. Por su versatilidad, es un acompañante ideal para diferentes tipos de comidas y picoteos.

A pesar que ha ido ganando popularidad, hay países en los que su consumo podría ser mayor. Uno de ellos es Chile, donde se consumen alrededor de 15 litros por persona al año, una cifra muy baja si compara con otros mercados y más si se toma en cuenta que este país es un potente productor y exportar de este brebaje.

Para tener un punto de comparación, Argentina consume cerca de 25 litros per cápita al año, mientras que en Uruguay están unos 23 litros.

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"Si bien el vino ha tenido una caída importante en el consumo, la gente cada vez más busca nuevos productos. Las personas están aprendiendo más sobre el vino porque es un signo de sofisticación, es aspiracional y entretenido, se consume en un ambiente social y tiene un maridaje asociado. Hay menos volumen, pero más exclusividad, aunque mantenemos el consumo per cápita entre los 14 y 14,5 litros", relevó Andrés Izquierdo, gerente general de Viña Errázuriz.

Para mejorar esta realidad, que afecta a países como Argentina, el cual ha experimentado una baja en su consumo, Chile está realizando diversas acciones para potenciar su consumo y acercar el vino a toda la población, en especial a los más jóvenes, siendo un ejemplo la campaña "Nos gusta el vino", la que ha sido acogida positivamente por las personas entre 20 y 30 años, quienes percibieron que el producto comunica una categoría entretenida, social, activa, inclusiva, versátil, entretenida y saludable, según evidenciaron estudios de mercado realizados por Adimark.

Un importante paso en la materia en dicho país latinoamericano fue la firma del decreto que instaura el Día del Vino, que se comenzará a celebrar cada 4 de septiembre siendo la de este año la primera versión.

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Para conocer más sobre el mundo del vino, Marcelo Pino, quien fue elegido como el Mejor Sommelier de Chile 2014 por la Asociación de Sommelieres de ese país y trabaja para Viña Casa Silva, dio a conocer cuáles son las principales tendencias, mitos y claves de esta milenaria bebida.

- Principales mitos y verdades sobre el vino

- Efectivamente hay varios mitos respecto al vino, que van desde la temperatura hasta las piernas del vino como le llaman muchos consumidores. Lo cierto es que cada variedad tiene su temperatura de servicio; que los lágrimas o piernas no reflejan calidad; que no necesariamente los blancos van con los pescados y los tintos con las carnes, dado que depende mucho de cada consumidor y del tipo de vino que estemos hablando; que entre más profunda sea la hendidura de la base de la botella no significa que el vino sea de mejor calidad; o que entre más pesada la botella el vino no necesariamente tiene que ser mejor.

- Cepas preferidas y más consumidas

- En las variedades blancas, las preferidas y más consumidas son el Sauvignon blanc y el Chardonnay; y como no si Chile tiene costa en todo su territorio, por lo que el consumo de pescados y mariscos hacen que esas dos variedades blancas sean por excelencia grandes acompañantes de los productos del mar.

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En las variedades tintas, lo son el Cabernet Sauvignon, el Merlot y el Carménère. En términos de importancia, el Cabernet Sauvignon es por lejos la variedad más plantada y distribuida en Chile y en el mundo, por su fácil adaptabilidad a distintos suelos y climas. En tanto el Carménère, sabemos la importancia que tiene a nivel de consumo como variedad emblema, además de ser parte de la gran mayoría de los vinos Premium Chilenos y hace diferencia en términos de diversidad y elegancia.

- Perfil del consumidor de cada cepa

- Claramente hay personas que prefieren cepas más suaves y ligeras, que son por lo general mujeres o personas que están iniciando en el consumo de vinos y que suelen rechazan un poco los vinos muy tánicos o de acideces altas.

En cambio los hombres y en general las personas que han ido evolucionando en el consumo de vino, buscan cepas con más estructura y carga tánica como el Cabernet Sauvignon, Malbec o Syrah.

En consumidores más expertos, la elección de un vino pasa mucho más allá de una cepa o variedad de uva. Muchas veces buscan un vino o cepa, de acuerdo a la comida, al clima, la compañía o simplemente de acuerdo al estado de ánimo.

En el caso de los restaurantes, es cada vez más habitual que los consumidores prefieran vinos más premium, y acá el Carménère juega un papel importante como una variedad delicada, de taninos sedosos, colores profundos y lo más importante, su gran versatilidad a la hora de acompañar distintas preparaciones gastronómicas.

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A nivel mundial la preferencia de los compradores y consumidores está cada vez más enfocada en vinos con menor grado alcohólico, vinos más frescos y con menos uso de madera.

En Chile, esta tendencia aún no ha tomado mucha fuerza pero se ha notado un cambio en la mentalidad enológica lo que claramente es muy positivo para nuestro país.

Hay que destacar la gran relevancia que hoy le están dando los consumidores a los espumantes, con tasas de crecimiento de un 45% en estos últimos años y que claramente los paladares chilenos son más exigentes y buscan vinos más elegantes y de climas más fríos.