Reseña
Lavanda Casa de Té: mezcla de sensaciones en el sur de Chile
En un antiguo lugar en el que se asentaban los primeros colonos alemanes en la zona austral del mundo, una casona de extensos jardines acoge una atractiva cafetería y tetería en donde la lavanda es la máxima estrella.
Ubicada en Frutillar, en la austral Región de lo Lagos, Chile, se encuentra el Fundo Santa Marta, lugar en donde se asentaban los primeros colonos alemanes del Lago Llanquihue. Exactamente en el predio está Lavanda Casa del Té, espacio que rescata la costumbre de salir a tomar este milenario brebaje junto a galletas o pasteles de variados tipos.
Como su nombre lo dice, la lavanda -planta de intensa fragancia y de variadas propiedades curativas- es la estrella máxima, aspecto que queda claro a la vista con sólo mirar sus extensos jardines que rodean la casona que acoge esta atractiva tetería y cafetería.
Sólo el hecho de entrar se puede considerar una experiencia. Un espacio amplio, que destaca por su enorme estantería con “lujosos” juegos de lozas de porcelana, sus peculiares meseras vestidas de color rosa y un aroma a lavanda que recorre cada espacio, le dan al lugar una impronta propia y seductora.
Dentro de sus infusiones resaltan los exquisitos tipos de té: de lavanda, frutos del bosque, blanco, amarillo, verde, negro, Pu Ehr y otros aromatizados. Sin embargo, lo que se roba la película es su inigualable limonada de lavanda, que despierta un mix de sensaciones y que se sirve frío como aperitivo.
Su carta de pasteles va desde tortas de chocolate hasta pie de limón, con el típico estilo del campo y que acompaña de muy buena forma la gama de té al que se accede.
Si bien en temporada alta tiene un cobro algo superior a los US3 y se puede asistir con reserva, es un lugar al que no se puede dejar de ir si se está de paso por la austral Región de los Lagos en Chile.