Reseña

Libros de tragos y cócteles, una consolidada tendencia editorial

Por Télam |  29 Julio, 2014 - 13:22
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El boom de este tipo de títulos que acercan al lector a profundizar y amalgamar de formas más modernas sus gustos etílicos, tiene varios antecedentes y ya son parte del conglomerado de volúmenes dedicado al sector gastronomía.

Preparar cócteles trascendió la moda para convertirse en un arte y no sólo copó las barras de los bares, sino que también invadió los anaqueles de las librerías, incluso libros básicos como "Tragos y cócteles", de Fernando Ibáñez, llegó a estar durante algunos días de julio entre los más vendidos del ranking de no ficción.

El invierno argentino no parece ser un impedimento a la hora de preparar un trago en sus propias barras caseras. En este breviario compacto y sencillo, publicado por Ediciones Lea, cada cual puede componer su bebida con técnicas básicas para que el barman amateur se luzca con amigos, o en la intimidad.

Allá por el siglo XVII, el cóctel ya era parte de un rito de la vida social, pero en la primera mitad del siglo XX, la coctelería se impuso en Estados Unidos debido a las restricciones de la Ley Seca, que penaba la fabricación y distribución de bebidas alcohólicas, lo que permitió que circularan brebajes de tan mala calidad que había que "cortarlos" con sustancias aromáticas y saborizantes. 

Algunos tragos, con el tiempo, se convirtieron en verdaderos clásicos, mientras que la refinada tarea de combinar cientos de variantes de bebidas alcohólicas con jugos, frutas, cremas, sodas, tés, helados, granadinas, almíbar, café y hielo mutó en un oficio sofisticado, que hace unos años tiene su correlato específico en el sector editorial.

El boom de este tipo de títulos que acercan al lector a profundizar y amalgamar de formas más modernas sus gustos etílicos, tiene varios antecedentes y ya son parte del conglomerado de volúmenes dedicado al sector gastronomía.

Uno de los hits del último verano fue el libro del periodista gastronómico Martín Auzmendi, "Cócteles en el camino", (Editores Argentinos) donde reúne crónicas de viajes de sus diferentes visitas por 27 ciudades, bares y barras del mundo, en las que combina una prosa coloquial, reveladora y sencilla.

Ya en 2009, Inés de los Santos, una de las bartenders más famosas de Argentina, publicó "Barras de Buenos Aires" y dos años después dio vida a "Tragos" (Planeta), una guía básica de coctelería, donde el gran desafío con su nuevo libro está en que sus lectores se animen y aprendan a hacer tragos.

Otro de los prolíficos en este tema es el periodista especializado Rodolfo Reich, quien escribió -además de "Cervezas argentinas" junto a Auzmendi- "Cócteles Aperitivos" (Albatros) un compendio con más de 100 cócteles, desde los tradicionales a los excéntricos acompañados de recetas de copetines y tapas.

Pero, como buen adelantado en esta movida, Reich, en 2007, publicó el lujoso "Coctelería argentina" (Albatros), el primer libro de tragos locales donde presenta a los mejores bartenders de ese país y sus más exclusivas recetas de autor.

La editorial española Blume en su colección de libros de gastronomía incluye "200 cócteles" y "500 cócteles" y la argentina Ediciones Continente tienen en su catálogo "Cócteles y tragos" de Alan Vanoni, un resumen de los principales conceptos de la preparación de tragos, y recetas para disfrutar de las mas variadas y sofisticadas combinaciones.

Larousse Gastronomique, una referencia imprescindible de la cocina, también tiene su espejo en materia de tragos con "Larousse De Los Cócteles", una edición de 2005 con las recetas de 550 cócteles, organizadas por su ingrediente básico con su historia y anécdotas que convirtieron en míticas muchas de estas bebidas.

Ibáñez, en "Tragos y cócteles", llega con un abecé para el neófito con 15 recetas de tragos dulces y frutales como Mimosa, Cielito lindo, Manhattan y Bellini; 12 explicaciones de tragos ácidos y secos como el Gin Tonic, la Michelada, el pisco Sour y el Negroni; cócteles cremosos como el White Russian y la Piña Colada y tragos sin alcohol que incluyen el Frappé, el Mickey Mouse y la Sangrita. 

Famosas en todo el mundo, las mezclas preciosas de estas bebidas llegan a las manos de todos los que quieran incursionar en la coctelería, un arte placentero que suma adeptos día a día; que incorpora aperitivos retro que vuelven a estar de moda y que adquiere cuerpo en libros cada vez más vendidos.