Reseña

Los nuevos sabores de "Mulato"

Por Loreto Oda Marín |  29 Abril, 2016 - 11:44
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Este restaurante, ubicado en el Barrio Lastarria, en Santiago de Chile, renovó el 50% de su carta.

Cocina de mercado. Así se define "Mulato", restaurante ubicado en el Barrio Lastarria, en Santiago de Chile, que apuesta por platos criollos, reinterpretaciones de recetas clásicas chilenas y algunas combinaciones encantadoras.

Recientemente, el chef y propietario del local, Cristián Correa, hizo algunos cambios en la carta, renovando el 50% de los sabores.

Mientras se espera, a la mesa llega una pasta a base de ají ahumado, potente y elegante, y, a modo de cortesía, un sabroso ajiaco -una sopa hecha con carne asada y diversos aliños- que resulta ideal para las jornadas frías.

Para comenzar se puede optar por unas suculentas empanadas fritas de mechada y queso chanco, con una masa bien lograda que potencia el relleno; o por uno de los clásicos del lugar: lenguas de erizo sobre huevo pochado y yuca frita en confitura de cebolla y tomate. Esta preparación cautiva por el juego de texturas y sabores, por lo que no ha podido ser sacada de la carta, desapareciendo solo cuando el erizo se encuentra en veda.

Al momento de pasar a los principales, hay carnes y opciones del mar. En las primeras, se puede encontrar un suave y apetitoso solomillo de cerdo relleno de ciruelas con un terso guiso de mote y acelgas en una rica salsa de cerveza; o un sustancioso filete de vacuno en crispy de perejil, verduritas rostizadas y papas rústicas con sal de hierbas, plato armónico con una óptima combinación de ingredientes.

Si se trata de pescados, está el congrio acompañado de costillar ahumado, choritos con una gran crema de pullmay, milcao - una preparación típica de la Isla de Chiloé hecha a base de papas- relleno con chupe de mariscos, zanahorias caramelizadas y papas chilotas, lo que lo convierte en una preparación potente, de mucha personalidad, de buen balance de sabores y con una impronta casera que envuelve.

Otra destacable opción es la merluza austral con pinzas de jaiba y ostiones al ajillo en emulsión de porotos granados, con un sofrito de tomates y albahaca, una receta bien lograda en el que juegan de forma óptima todos sus ingredientes y preparaciones.

Para beber hay diversas alternativas desde el tradicional pisco sour hasta el colegial, un goloso sour con jengibre y membrillo. También está en carta la Cerveza Quebrada, elaborada por Correa, en su variedad pale ale y negra.

Al pasar a los postres, se encuentra un reinterpretación de los churros rellenos con manjar, con una entretenida crocancia y sabroso nivel de canela; y un apetitoso cheesecake de queso de cabra y dulce de membrillo.

Con todos estos sabores, "Mulato" demuestra ser una cocina hogareña, contundente y que en estos días de invierno también abriga el corazón.