Reseña

Madre: comida y relajo en el corazón de Bogotá

Por Gwendolyn Ledger |  12 Febrero, 2020 - 17:42
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En pleno barrio de la Candelaria, es una especie de oasis para viajeros y oficinistas, que llegan sin apuro, en grupos de dos y hasta veinte personas, atraídos por los precios razonables y porciones más que generosas.

Para comer algo sencillo, los lugares semiescondidos suelen ser los mejores. Sin tanta publicidad ni alharaca, sin pretensiones ni manierismos. Y Madre es uno de esos.

Situado al final de una galería donde se comercializa plata y esmeraldas, en pleno barrio de la Candelaria, en el corazón céntrico de Bogotá, este restorán solía ser una bodega semi abandonada, hasta que se transformó en una especie de oasis para viajeros y oficinistas, que llegan sin apuro, en grupos de dos y hasta veinte personas, atraídos por los precios razonables y porciones más que generosas.

El lugar tiene ese atractivo shabby chic que hace pensar que se está comiendo en el patio de la casa de algún abuelo, solo que mejor organizado. Sí, claro, tiene toda esa atmósfera hispter y ondera en que todo parece casual, pero en realidad está estudiado para agradar y ser totalmente instagrameable. Pero el esfuerzo va acompañado de buena atención y rica comida, de modo que solo suma a la experiencia.

 

La carta es bastante variada, haciendo todo un homenaje a las preparaciones de carnes y mariscos, pero también con risottos, pizzas y antipastos que permitirán a vegetarianos y veganos ser incluidos en la invitación. Se trata de comida mediterránea en una cantina familiar, como ellos mismos se definen. Las cervezas ofrecidas no son demasiadas, pero el espectro existente satisface, así como la posibilidad de bebidas no espirituosas locales.

Su dueño, Carlos Ramírez no es un recién llegado a la escena gastronómica local. Proveniente de Cali, me dicen que era una leyenda de los bares a mediados de los noventas y que después quiso irse por el lado de los restaurantes. Su primera aventura con la comida fue con la Bolera de San Francisco, y después concretó Madre. Hoy, además, tiene los restaurantes Padre, Bao, Indio y Casa del Rey, de reciente inauguración.

Sin página web ni perfiles en redes sociales, solo con Instagram y el boca a boca han posicionado a este lugar como un deleite sencillo - que combina tanto calma como música en vivo, dependiendo del día y la hora-, antes de volver a la realidad de la capital colombiana, siempre alternándose entre calles y carreras. 

Solo un comentario final: quizás en el diseño en papel sonaba bien, pero en la realidad de cemento y ladrillo, no parece buena idea que los baños tengan rejas que se transparentan y un espejo revelador en el techo. Todo lo demás resulta ideal.

Horarios: martes a sábado de 12 a 23 hrs.; domingos y lunes de 12 a 16 hrs.  Capacidad para 105 personas sentadas y 200 de pie, en eventos. Se pueden hacer reservas dentro y fuera de Colombia al correo: [email protected]