Reseña

"Número Cero", el libro que pretende revelar el lado oscuro de los medios de comunicación

Por Loreto Oda Marín |  2 Octubre, 2015 - 10:47
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Todo comienza en 1992 cuando Colonna, un escritor de unos cincuenta años que no ha tenido todo el éxito que él esperaba y quería, es contactado para ser el subeditor de un diario que nunca saldrá la luz.

Una sala de redacción ficticia, donde quedan al descubierto algunas malas prácticas del mundo del periodismo. Esa es la base del libro del escritor y semiólogo Umberto Eco, "Número Cero", el que busca evidenciar lo que ocurre dentro de un diario cuando se piensan y reportean los temas a publicar.

Todo comienza en 1992 cuando Colonna, un escritor de unos cincuenta años que no ha tenido todo el éxito que él esperaba y quería, es contactado por un hombre llamado Simei para realizarle una extraña propuesta: ser el subeditor de un diario que nunca saldrá la luz.

Pero existen condiciones, como que él será el único de todo el equipo periodístico que conocerá la verdad de "Mañana", diario que buscará adelantarse a los acontecimientos ocupando las suposiciones y la imaginación para lograrlo. Es decir, como un rumor se puede convertir en noticia.

La idea de esto, es que mientras los periodistas estén trabajando en los 12 números que tendrá en un principio el medio, quien financia esta propuesta podrá chantajear a empresarios y políticos para infiltrarse en las esferas de poder, mientras que si el proyecto falla, Colonna deberá escribir un libro sobre lo sucedido que será firmado por Simei.

Con lecciones de periodismo demasiados evidentes que desentonan dentro del texto, además de ejemplificaciones exacerbadas, "Número Cero" se mueve entre clases de la profesión, debates de su moralidad, muchos prejuicios y la vida de quienes conforman esta sala de redacción.

Para crear esta trama, el ensayista italiano se inspiró en el periodista Mino Peccorelli, quien durante las décadas del 60 y 70 montó una agencia de noticias en Italia que fabricaba conspiraciones contra ministros y diputados hasta que en 1979 fue asesinado en circunstancias que nunca fueron aclaradas.

En un comienzo, esta novela, que es la séptima del autor, tiene una prosa lenta, trabada y plana que cuesta encantar al lector, el cual tiene su recompensa casi al final del libro, cuando la historia logra dar un vuelco y sorprende con su desenlace. Si bien se desarrolla el contexto y entorno de los personajes, estos son grises y planos, por lo que no logran enganchar y cautivar del todo.

La temática atractiva y creativa promete más de lo que logra la concreción del texto, que deja un gusto menos amargo gracias a su final.