A pesar de que Brian Molko y Stefan Olsdal estuvieron juntos en el mismo colegio en Luxemburgo, no fue sino varios años después cuando ambos se reunieron en Londres, iniciando una exitosa experiencia musical. Junto a Steve Hewitt, los tres jóvenes suman más de una década en una carrera para muchos inesperada  en la que no sólo han cosechado variados éxitos sino que han logrado generar un impresionante número de seguidores en todo el mundo.

El disco que se presenta reúne una exquisita compilación de sus trabajos, en los que es posible apreciar en toda su dimensión la particular mezcla entre The Cure, Nirvana y The Pixies que ostenta con sorpesiva originalidad el trío de raíces británicas.  Con sólo un año de presentaciones y con un disco dando vueltas en las radios, David Bowie los contactó en 1996 para que fueran teloneros de sus presentaciones en Inglaterra, lo que significó un mediático espaldarazo que rápidamente rindió sus frutos.

El grupo posee temas que han llenado los ránkings, han formado parte de películas y con una mixtura entre góticos y rockeros que pone en juego una sensibilidad cruda, un sonido intenso y una postura creativa radical. Su nombre hace mención a esa sustancia farmacológicamente inerte que es capaz de provocar un efecto positivo a ciertos individuos enfermos que creen que les puede ser efectiva.

Es como lo mismo que el grupo busca con sus canciones, entre las cuales este disco destaca “Pure morning”, “Without yopu I´m nothing” (junto al citado Bowie), “Taste in men” y “The bitter end”. Una verdadera joya para quienes quieren entender en qué está la música juvenil hoy. El grupo confirmó recientemente a través de su sitio web que el próximo año habrá nuevo disco del trío de raíces británicas.

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