Reseña

"Solos en la noche", la otra mirada al asesinato de Daniel Zamudio

Por Tamara Muñoz |  9 Julio, 2014 - 10:18
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Autor Rodrigo Fluxá derriba la imagen instalada por la prensa diaria sobre el crimen del joven homosexual chileno y se adentra en las profundidades de una historia repleta de recovecos.

Velas encendidas, banderas y carteles llenaron durante varias noches las rejas de la Posta Central, el centro hospitalario público más importante de Santiago de Chile. Ver a decenas de personas aguardando en el recinto asistencial se transformó en una imagen frecuente mientras duró la agonía del joven Daniel Zamudio, quien murió el 2 de marzo de 2012.

Lo sucedido con él significó un antes y un después para el país. Por primera vez una golpiza y asesinato de una persona homosexual saltó desde las páginas rojas de la prensa diaria al más alto debate público. La palabra discriminación cobró un sentido brutal que exigía una actitud de rechazo y con el tiempo la figura de Zamudio fue utilizada con distintos propósitos, incluida la aprobación de una ley antidiscriminación.

Pero, ¿por qué murió realmente Daniel Zamudio? ¿Pudo ese crimen haberse evitado? Reconstruir el largo camino hacia el trágico fin, conociendo la serie de decisiones que llevaron a Zamudio y a sus asesinos hacia el Parque San Borja esa noche de verano, fue el motor que impulsó al periodista Rodrigo Fluxá a escribir su libro "Solos en la noche: Zamudio y sus asesinos".

A través de las 149 páginas que componen el relato, Fluxá -quien se desempeña en el diario El Mercurio y posee una corta, pero exitosa experiencia en la publicación de libros- intenta derribar la mitología construida en torno a este caso a través de una acuciosa investigación que dura más de dos años.  

De allí que Fluxá no sólo consulta los escalofriantes expedientes judiciales del caso y otros procesos asociados, sino que visita varios de los lugares donde ocurrieron los hechos principales, como el hogar donde creció Daniel Zamudio en San Bernardo y los sitios que sus victimarios frecuentaban. El grueso del relato se basa en más de ochenta entrevistas, sustentadas en grabaciones. Se incluyen largas sesiones con la familia inmediata de Daniel Zamudio, padres, hermanos y abuela.

No obstante, una parte de quienes prestaron su testimonio para el libro, 42 personas, prefirió hacerlo de manera anónima, incluido quien fuese la pareja de Zamudio por tres años. Asimismo, ninguno de los condenados participó de esta investigación, a pesar de que hubo un intento de conseguir sus testimonios. Familiares, amigos y conocidos suyos sí decidieron prestar una declaración, esperando que con esto los victimarios logren algún día entender la magnitud del error que cometieron.

La tesis del libro es bastante provocativa, se aparta de la actitud adoptada unánimamente por la sociedad chilena frente al tema, que centró el hecho en un caso de homofobia. Fluxá prefiere sumergirse en otras posibles causas de este espisodio sangriento protagonizado por cuatro jóvenes de entre 19 y 26 años. Dicho en breve: el autor centra todo en la marginalidad social como algo quizás más determinante que la orientación sexual de Daniel Zamudio.

Así, en los diez capítulos que componen el libro, se hacen presente de manera muy fuerte no sólo las carencias, sino que la cultura del abandono y el hábitat de violencia doméstica que forma parte de la vida del joven asesinado. La rabia que se traspasa de generación en generación y que va calando en la forma de ver el mundo no sólo de Zamudio, sino que de sus propios victimarios.

Finalmente, en "Solos en la noche..." Fluxá muestra la cara más “humana” de un hecho que marcó con sangre la historia de un país. Habla de unos muchachos llenos de inquietudes, defectos y virtudes, con lo que construye una imagen que va más allá de las versiones simples que han quedado del hecho.